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Tras el anuncio de que las nuevas impresoras de gran formato de Fujifilm, la Acuity Prime y la Acuity Ultra R2, han ganado los premios Red Dot al diseño de producto, Kevin Jenner de Fujifilm se pregunta: ¿Qué significa realmente que un producto esté bien diseñado? Más allá de un exterior elegante, argumenta, se ha valorado su usabilidad, fiabilidad y valor. ¿Por qué un comerciante compraría una furgoneta Mercedes Sprinter y la llenaría de herramientas Makita? Hay furgonetas más baratas y hay herramientas más baratas, pero con esas marcas está comprando una percepción de calidad y fiabilidad que va a mejorar el trabajo que hace e impulsar su negocio.
Los cínicos podrían decir que la percepción de la marca se debe a un buen marketing, y puede que tengan razón en parte; pero las marcas que resisten la prueba del tiempo, las marcas en las que la gente confía y a las que vuelve una y otra vez, tienen detrás mucho más que un marketing inteligente. Tienen un diseño excepcional.
En nuestro propio sector, las empresas toman continuamente decisiones de compra importantes y, a menudo, muy intensivas en capital. Las máquinas llegan al final de su vida útil y hay que sustituirlas, y los empresarios sopesan lo que quieren sus clientes frente a lo que se necesita para proporcionárselo, y entonces toman una decisión. El coste es una consideración importante en estas decisiones, por supuesto, pero más que eso, la gente se pregunta qué puede hacer, cómo lo hace y qué calidad ofrece, o si es fácil de usar.
Si una inversión de CapEx puede ampliar la oferta al cliente, aumentar la productividad, reducir los residuos, ahorrar tiempo y reducir las molestias, eso es un buen diseño por parte del fabricante y una inversión sólida para el cliente. Pero, ¿cómo se consigue? ¿Cómo creamos un diseño extraordinario que pueda transformar un negocio haciendo que el trabajo sea más eficiente, más agradable, más productivo y, en última instancia, aumentar el ROI?
«Cuanto más amplia sea la comprensión de la experiencia humana, mejor diseño tendremos». Este es Steve Jobs otra vez. El buen diseño comienza con la comprensión. Al tratar de entender todo, desde los objetivos comerciales a largo plazo hasta las frustraciones diarias de los clientes a los que servimos, tenemos el mejor punto de partida para un buen diseño de productos.
Así que para este proyecto necesitábamos un profundo conocimiento de las necesidades de nuestros clientes y tiempo para mantener conversaciones significativas con ellos. No se trataba de esas encuesta típicas de casillas que se envían por correo electrónico; se trataba de que nuestros diseñadores (una agencia especializada en diseño industrial, Realise Design, designada para apoyar al equipo de diseño de Tokio) siguieran a nuestros clientes mientras trabajaban, buscando miles de pequeñas formas de optimizar sus experiencias y sus negocios.
Estudiamos cómo la mejora del diseño del producto podía conducir a una mayor facilidad de uso, a un mayor rendimiento y a un mejor retorno de la inversión. Voy a citar a Steve Jobs una vez más (¡la última, lo prometo!) para ir concluyendo mi exposición.
Lo simple puede ser más difícil que lo complejo. Tienes que trabajar duro para aclarar tus ideas para hacer que lo que pienses sea simple.
Steve Jobs | Formerly Apple
Los productos que son desarrollos de un diseño concebido por primera vez hace una década a veces necesitan un replanteamiento completo, en efecto volver «a la mesa de dibujo». Pero no en absoluto en el sentido de que lo antiguo se descarte por completo, sino más bien en el sentido de que todo se examina y nada se queda como está simplemente porque «así es como ha sido siempre».
Con este proyecto, nos dimos la libertad de volver a los primeros principios, y eso nos llevó a crear algo bastante diferente a todo lo que nosotros (o cualquier otra persona) habíamos creado antes. Esta es la razón por la que cuando desvelamos el lanzamiento de las nuevas máquinas en junio de 2021, las llamamos «el nuevo modelo de gran formato».
Como ocurre con cualquier producto, por defecto siempre se adapta lo que ya existe, y los productos que han sido retocados, ajustados y adaptados a lo largo de los años a menudo pueden desarrollar capas de complejidad que van en detrimento del rendimiento, pero estamos tan acostumbrados a que estén ahí, que puede resultar difícil comprender que sean de otra manera.
¿Marketing inteligente? Nos gustaría pensar que sí. Pero es mucho más que eso. Estos productos están diseñados para disfrutar trabajando con ellos; productos diseñados para ofrecer la máxima productividad y versatilidad; productos diseñados para que sean asequibles. Y este último punto es importante, que sea bonito o que alcance el más alto nivel de rendimiento no tienen ningún valor real si resulta que nadie lo puede pagar, que es inalcanzable precisamente para aquellos para los que está diseñado. Una parte crucial de un buen diseño en cualquier contexto comercial es eliminar los costes innecesarios sin comprometer lo que debe hacer bien.
Esa fue otra parte crítica del proceso que llevamos a cabo: buscamos los mejores componentes y los socios de fabricación más adecuados para ofrecer calidad, rendimiento y valor. El resultado final, en nuestro caso, es una nueva gama diseñada para redefinir la relación precio/rendimiento, ofrecer niveles inigualables de versatilidad y valor e impulsar el retorno de la inversión.
¡Y también nos aseguramos de que tuvieran un gran diseño!
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